Consejos para recibir en casa a tu peludo adoptado

Hemos decidido aumentar la familia, y como parte de esta decisión responsable y consciente nuestro nuevo compañero peludo ha sido adoptado. Aunque sepamos lo felices que vamos a ser todos gracias a esta decisión, también tenemos que tener claro que el nuevo miembro de la familia aún no nos conoce, ni a nuestra casa, y va a necesitar un tiempo para adaptarse a sus nuevas circunstancias. Por otro lado, es posible que este perro o gato haya pasado por experiencias no muy agradables en su vida anterior y se muestre tímido o reticente a “abrirse” a su nueva familia.

Sin embargo, siguiendo unos cuantos consejos podemos hacer que su adaptación sea lo más fácil y cómoda posible, construyendo la base para que nuestra relación se asiente rápida y efectivamente.

Antes de que llegue a casa

1. Prepara un espacio para el nuevo miembro de la familia con todo lo que pueda necesitar. Piensa dónde vas a dejar y guardar sus cosas, sus juguetes, dónde colocarás el arenero, si es un gato, y dónde pueden estar tranquilos y seguros si necesitan estar solos.
2. Retira todo aquello que pueda ser dañado y no quieras que se estropee: alfombras, plantas (comprueba también que no sean plantas tóxicas para peludos), objetos en estanterías o cerca del suelo.
   
3. Comprueba que tienes todo lo que necesitas, al menos para los primeros días: comederos y bebederos, comida vegana y alguna chuchería saludable, arenero y arena para los gatos, correa y bolsas para excrementos para los perros, jueguetes, rascadores.

No hace falta tener de todo desde el primer día pero si te aseguras de que sí dispones de los básicos para empezar, te quitas una buena cantidad de estrés para que puedas concentrarte en tu compañero peludo.

El día de su llegada

4. Llévalo directamente a casa, sin parar en ninguna parte, y, si fuera posible, con alguien más en el coche que pueda dedicarse a tranquilizar al peludo sin distraerse de conducir.

5. Si es un gato, déjalo directamente en su zona segura, para que vaya reconociendo olores y se pueda tranquilizar sin sentirse amenazado. Si es un perro, enséñale la casa, haciendo hincapié en la zona designada para él, y llévalo de paseo por los alrededores para que pueda ubicarse también en el exterior y haga sus necesidades.

6. Intenta que no haya nadie de fuera de la casa este día, y reduce el contacto con otros peludos, si los hubiera. Reduce también las actividades y las fuentes de estrés o excitación al máximo y déjales que poco a poco vayan reconociendo su nuevo hogar.

Los primeros días

7. En el caso de los gatos, procura que los primeros días tengan un sitio seguro donde refugiarse, en el que haya comida y agua, espacio de descanso, arenero (separado de la comida y el agua) y algún juguete. Déjale tiempo para que poco a poco vaya saliendo de este espacio seguro y explore la casa a su ritmo. Cuando ya esté habituado a su nuevo entorno, podrás cambiar la localización de la arena y los comederos a lugares más apropiados, si los tienes. Si hubiera más peludos en casa, el espacio seguro debería estar aislado de ellos, hasta que se hayan podido conocer durante encuentros limitados y veas que es seguro que estén todos juntos.
8. En el caso de los perros, evita situaciones excitantes como visitas de amigos y familiares, paseos demasiado largos o a parques muy transitados, y establece una rutina de comidas y salidas en principio más frecuentes hasta llegar al ritmo que mejor encaja con toda la familia.
9. En ambos casos, cárgate de paciencia y deja que tu peludo se adapte a sus nuevas circunstancias a su ritmo, y siempre con la posibilidad de aislarse y sentirse seguro si lo necesita.

En unos pocos días, todos os sentiréis mucho más cómodos y la preciosa relación que vais a tener comenzará a establecerse.